DOÑA CANGREJO


Doña Cangrejo salió
un día de paseo.
Del mar se alejó
siguiendo a una gaviota.
Le gustaba mucho pasear.
Y que el sol la acariciara
con sus fuertes rayos.
Sin darse cuenta
algo espantoso pasó.
Caminando, caminando
en algo se enredó.
Pobrecita, Doña Cangrejo.
¿Quién la ayudará?
Mucha fuerza ella hacía.
Pero nada sucedía.
Un niño paseaba a su perro
y de repente la vio.
Y enseguida la ayudó.
En una bolsa de plástico
allí encerrada quedó.
Pobrecita-dijo el niño.
-Yo te ayudaré.
Y enseguida y suavemente
al agua la acercó.
Una gran ola enseguida
se la llevó.
Doña Cangrejo por un instante
miró a su salvador.
Y dijo para sí:
-¡Todavía nuestro bello mundo
puede salvarse!!


Leticia Teresa Pontoni.
Copyright


Comentarios