UN SOLO CORAZON ENTRE TODOS



Graciela Lecube Chavez

©  2017



Si oigo decir “un solo corazón
entre todos”, me verán llorar,
una versión que sorprende
para un varón de mi edad.
Pero juro que es verdad, 
porque aun pequeño en años
siento como los que votan ya.

El mundo de hoy se maneja
por si solo en la oscuridad,
la gente no se entiende y cada
día se  aisla más como fiera
sin bosal. El odio la consume
y quisiera perdonar, pero
no sabe qué hacer para olvidar.

Como los niños estamos de igual
a igual con los todos, debemos
unir los corazones en uno solo
para marchar con deseos de ganar.
Demos de ejemplo una sonrisa,
miremos a quien nos quiere mal,
iniciemos un abrazo fraternal...

No le demos poder a la hoguera,
cantemos un himno de paz, usemos
el tiempo para crear puentes y no
barreras, sembremos semillas
de amor, recobremos la fe en el Dios
que abandonamos sin pedir perdón
por la traición cometida en su contra.

Es hora de recuperar la confianza
perdida, manipulados por la maldad.
Razonemos sin dejarnos seducir,
que ya sabemos lo que es necesario
para seguir mirando hacia el frente.
Somos niños compartiendo con todos
la potencia redentora de un solo corazón. 


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