Graciela Lecube Chavez
© 2016
Si en estas fiestas de fin de año
eres afortunado y te regalan el juguete
que tanto ansiabas, aprovecha
la oportunidad de hacer feliz a un niño
que nada sueña porque nada le dan.
Pide a un familiar mayor de edad
que te lleve a un centro religioso,
correo o departamento de policía
a dar un juguete de tu propiedad
para que otro chico pueda jugar.
Este gesto te hará sentir tan feliz
que buscarás entre tus cosas
algo más para dar. Al obrar a favor
de los olvidados serás el ejemplo
de otros dispuestos a cooperar.
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