Redacción: Kevin
Jared Martínez Márquez
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Un «árbol de la vida» es la representación de las alegrías existentes
en nuestro mundo, mismas que permiten una fusión de colores, formas e historias
que relatan lo maravilloso que es vivir. Esta artesanía, perteneciente a México,
propició en sus comienzos la difusión de la historia de la creación según la
Biblia, a los nativos de la región, durante el período colonial temprano; por
ello era costumbre encontrarse con Adán y Eva por entre las figuras. Más
adelante, diversos personajes y escenarios formaron parte de cuantos hermosos
árboles, y así hasta nuestros días.
Todos los árboles poseen una estructura de alambre, cubierta, a su
vez, por barro. "Después de la conquista española, los frailes destruyeron
los artículos que representaban a los antiguos dioses y los reemplazaron con
imágenes de santos y de la iconografía cristiana. La representación de un
«árbol de la vida» en las pinturas y otros medios se introdujo como una forma
de evangelizar a la población nativa", establece Wilfrido Ávila, en su publicación
«Las manos mágicas en el barro del árbol de la vida».
"Muchos árboles tienen un tema único, pero el más común es la
dualidad entre la vida y la muerte y la relación del hombre con el mundo natural",
redacta Rosa María Olguín, en su publicación «Los árboles de la vida recorren
el mundo».
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