Graciela Lecube Chavez
© 2015
Mala consejera es la pereza:
si le presto atención,
por no hacer ejercicio
me acuesto sin pantalón.
Mala consejera es la pereza:
si me dejo llevar,
por no lavarme la melena
no puedo ni pensar.
Mala consejera es la pereza:
si me pongo a tejer,
me critica lo que hago
y me esconde los lentes para leer.
Mala consejera es la pereza:
si me siento a comer aceitunas,
se las da a los guanacos
hasta que me quedo sin una.
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