Entrevista
realizada por: Kevin Jared Martínez Márquez
Su vida está llena de aventuras, y sus ilustraciones también. Diana Tiznado,
en todo momento, atiende las indicaciones de esos bichos llenos de color que habitan
en su cabeza; y así, imbuye de alegría todo su alrededor. Es autora del texto y
de las ilustraciones de «La Comecosas»; libro galardonado con el XVI Premio
Internacional del Libro Ilustrado Infantil y Juvenil, y publicado por el Consejo
Nacional para la Cultura y las Artes de México. También ilustró «La chistera
maravillosa», libro escrito por Cristina Pacheco y publicado por Alfaguara
Infantil.
¿Quién es Diana
Tiznado?
Respuesta: Nací
en el estado de Puebla (México). Estudié diseño gráfico en el Distrito Federal
(la capital de México) y actualmente vivo en Cuernavaca. Sigo estudiando y
cuido a mi pequeño hijo; en medio de mi jardín, mismo que está plagado de
iguanas-godzilla, tarántulas pica-pica y pericos chismosos. Me gustan las
historias de «sustos», las caricaturas y leer. Quisiera tener un perro y un
gato… Pero como ando corriendo siempre; no puedo cuidarlos como se debe.
¿Por qué te gusta
ilustrar?
Respuesta: Tengo
muchos bichos coloridos en la cabeza y hay que sacarlos a jugar, porque son muy
traviesos y luego se enojan.
¿Qué es lo que más
te gusta dibujar?
Respuesta:
Caballos. Siempre he querido tener uno de verdad, pero es un gran compromiso.
Así que me conformé con pintarlos en las paredes de mi recámara; a esos no hay
que darles muchas manzanas para comer, no me ensucian mucho la casa y, de vez
en cuando, relinchan un poco cuando pasa alguna araña por su muro.
¿Qué te gusta
comer?
Respuesta: Chocolate.
Cuando mi mamá me esperaba para nacer, me contó que yo casi no me movía; y
descubrió que cuando comía chocolate… Yo le hacía una gran fiesta en la panza.
Creo que comimos demasiado, ya que me enrollé con el cordón umbilical; y ya
mero me quedo atorada. Les metí un buen susto, pero el gusto por comerlo no se
me quita.
¿Qué les dirías a
los niños que nunca han tomado un libro y que dicen que leer no es divertido?
Respuesta: Leer un
libro es como tener una máquina que te transporta en el tiempo; a cualquier
lugar o aventura. Es como si el autor te dijera al oído sus andanzas, o incluso,
te permitiera ser el personaje principal. Sólo hay que descifrar esas pequeñas
letritas negras; para que la magia funcione. Y entre más hojas, más divertido.
El leer empodera a las niñas y a los niños para adquirir conocimientos, y lo mejor
de todo es que divierte. Si les cuesta trabajo, pueden empezar con libros
ilustrados; luego historietas y, de ahí, a libros sin imágenes. Es como
prepararte para un maratón; comienzas caminando… Trotas y luego corres.
Ilustrando «La
chistera maravillosa».
Respuesta: Al
principio, el editor me comentó que la autora quería que las ilustraciones fuesen
como en «pop-up», pero como no se podía producir algo así; se optó por hacerlo en
capas para darle una dimensión a las ilustraciones. Cada escena está separada
por capas (como un pastel) y al final fueron fotografiadas. Para plasmar las
imágenes usé acrílicos, acuarelas y tinta de gel. A la mitad del proyecto, me quedé
sin tinta… Y la única que encontré fue una con olor a chocolate; así que era
agradable olisquear mi trabajo ya acabado. Cuando ilustré este cuento, pasé por
un momento muy triste de mi vida, pero fue éste una lucecita para seguir
adelante.
¿Te gustaría tener
una chistera mágica?
Respuesta: ¿A
quién no?
¿Qué desearías
sacar de su interior?
Respuesta: Ojalá
pudiera sacar a pequeños que están perdidos, en peligro o en gran necesidad de
ayuda. Las niñas y los niños siempre son las primeras víctimas de la guerra, del
crimen, del abuso, de la pobreza y demás tragedias, mismas que pasan en todas
partes del mundo.
¿Cuál es tu color
favorito?
Respuesta: Por el
momento, el rojo y el turquesa.
¿Cuál es tu
palabra preferida?
Respuesta: «Vinagrillo».
Hace tiempo, apareció uno de estos insectos en mi casa. Pensé que era el ser más
espantoso y venenoso de la Tierra; pero investigando, descubrí que no le hace daño
a los humanos, sólo se defiende despidiendo un olor a vinagre (¡uy, qué
peligroso!). El ser más horrible y peligroso ya no lo era, juzgué al animalito sólo
por su apariencia.
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