¿POR QUÉ TENEMOS QUE MORIR?


Graciela Lecube Chavez

©   2015


Se murió mi mascota “lamedora”
y yo la lloro hora tras hora. Extraño
su lengua húmeda besándome la cara
y su cola moviéndose como si la igualara.
Cuando le pregunté a mi Nana “¿Por qué
tenemos que morir?”, no tuvo palabras
para decir, pero me contestó sonriendo
con sus ojos azules de mirar profundo.
“Si supieras que yo pregunté lo mismo
y nadie me respondió. Estoy segura
que mejor es irse sin saber la razón.
Vive siempre lo mejor que puedas
y mira lejos hasta donde puedas ver,
que cuando te reúnas con tu mascota,
no te importará saber."

Comentarios