por Graciela Lecube-Chavez
© 2014
Cuando Pochito se pone a cantar,
las risas comienzan a estallar.
Pero él ignora esta reacción,
decidido como está a concursar
como otros niños en la televisión.
Con extraño empeño insiste
e insiste en realizar su sueño
aferrándose con inocente pasión
a un micrófono hecho de cartón.
La familia apoya su ambición
de probar suerte contra otros
concursantes, que como él,
pronto cambiarán los dientes.
Comentarios