CAMELLO Y ARENITA


por Graciela Lecube-Chavez
 
©   2014
 
 
 

Por la arena del desierto
un camello avanza a paso lento.
 
El tiempo ha dejado sus huellas
sobre sus huesos como astillas.
 
Su joroba de agua está vacía
y sin agua, ¡ay, mamita mía!
 
Sin nada de agua y mucho de sol
el pobre camello se convierte en caracol.
 
“Arenita del desierto,
ayuda a este amigo casi muerto.
 
Dáme alguito de mi vida pasada
aunque conforme quedo con un par de patadas”.
 
La arenita se conmovió
y hasta un oasis lo empujó.
 
Pero por más que pataleó
de nada le valió.
 
 

Comentarios