por Graciela Lecube-Chavez
© 2014
Al regresar de su luna de miel,
mis tíos Paco y Carina estrenaron su casa
ofreciendo a familiares y amigos
una parrillada apropiada para un tropel.
En una mesa larga y estrecha sentaron
a las parejas ya formalizadas. . .
en otra del mismo estilo acomodaron
a una bulliciosa muchachada. . .
y a los primos, sobrinos y vecinos
jovencitos, nos dieron una mesa redonda
para que todos pudiéramos intercambiar
las ocurrencias propias de nuestra edad.
La fiesta se prolongó por horas y horas,
la comida y la música nos pareció colosal
y media docena de mozos sirvieron
sin demora a grandes y chicos por igual.
La fiesta resultó un éxito y a la hora de brindar
más de uno sintió las lágrimas aflorar. . .
¡Por Paco y Carina! ¡Por los familiares y amigos!
¡Por el amor de todos para todos! ¡Por la Amistad!
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