NELSON MANDELA
por Graciela Lecube-Chavez
© 2014
Dedico mi primer poema del 2014 a quien
después de pasar veintisiete años encerrado...
salió lleno de luz y totalmente cambiado.
El joven rebelde y apasionado que aceptó
con resignación el castigo que no se merecía...
salió al mundo sin culpar a nadie de esa osadía.
La sonrisa de su rostro era el sello de su alma
libre de odios, exigencias, maldad y rencores,,,
salió enarbolando el efecto de sus amores.
Partió reconocido como elegido, prócer, maestro,
visionario, presidente, el mayor de los hermanos...
salió al frente de los derechos humanos.
Tras él, contento y sorprendido, el mundo le siguió,
aceptando como debe ser todos los tonos de piel...
¡salió abriendo brechas al cielo pintadas de miel!
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