LECCIONES



por Graciela Lecube-Chavez
 

©  2013

 
 
De niño aprendí
que juntos existían
las sombras y la claridad,
la belleza y la fealdad,
la dulzura y la amargura,
la riqueza y la pobreza,
la bondad y la maldad
y mucho más, como
lo alto y lo bajo,
lo gordo y lo flaco,
lo vivo y lo muerto,
lo sano y lo enfermo,
lo loco y lo cuerdo
y así todo, todito
dividido en dos
dando cabida
a lo contrario.
 
De adulto comprobé
que se puede mentir,
maldecir, rechazar,
torturar, pretender,
especular, maniobrar,
perseguir, maltratar
y otras realidades
que prefiero guardar.
 
Como lazarillo 
de mi abuelo
en su recta final,
sorprendido quedé
con lo que me confesó:
“¡Cómo quisiera volver
a ser niño otra vez!”
 

Comentarios