por Graciela Lecube-Chavez
© 2013
En un arca como la de Noé
metí de a uno , no de a dos,
lo que apurado amontoné:
bicicleta, patines, tambor,
celular, regla, bolígrafo,
diccionario, despertador,
un perro que ladra,
un gato que maúlla,
una vaca que muge,
un caballo que relincha.
un león que ruge
y un pajarito que trina.
Y cuando ya no cabía
ni otro alfiler, desperté
sin saber adónde iba.
Comentarios