CUANDO MENOS ES MÁS



por Graciela Lecube-Chavez

©  2013




Cuando oigo a mis padres contar
que crecieron sin televisión,
sin computadora y sin celular,
“¿cómo pasaban las horas?”
es algo que no puedo imaginar.
– Conversábamos en persona
con familiares y amigos,
leíamos más que ahora,
escribíamos nuestro diario
y tarjetas de cumpleaños. . .
recibíamos visitas y también
nos recibían con alegría”–
cuenta mamá, y agrega papá:
– En vez de los problemas
de los jóvenes de ahora,
teníamos ilusiones, proyectos
y un montón de aspiraciones. . .
Teníamos menos, es cierto,
pero comparado, era más”.

Dejaron de hablar, se miraron,
aspiraron bien hondo y después:
– Hijo, porque reconocemos
que la vida en los extremos
no es lo ideal, ojalá puedas
el equilibrio encontrar.
Aprende todo lo que puedas,
no te prives de nada
y disfruta, pero sin exagerar.

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