EL BOZAL DE SABINO



por Graciela Lecube-Cchavez
 
©  2013


 
Al cumplir los 7 añitos, Mario
recibió un pitbul de regalo
que a diario se ponía a ladrar
alterando a medio vecindario.
 
Una ancianita que llevaba
allí más tiempo que ninguno
le hizo un regalo tan especial
que a todos les extrañaba.
 
“Con este bozal dejará de ladrar”,
dijo la señora, “porque es un bozal
mágico. Te sugiero estar atento
porque ignoro lo que pudiera pasar”.
 
“Sí, señora, gracias, así lo haré”,
dijo Mario esbozando a Sandino.
Éste lo miró, como diciendo:
“¿Con este bozal me compondré?”
 
Cuando Mario se lo quitó para comer,
Sabino se achicó como Chihuahua
y por ser tan chiquito, temblaba
por lo que le acababa de suceder.
 

Comentarios