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El conocido refrán "Nunca es tarde cuando la dicha es buena" le viene como anillo al dedo a este poema primaveral que se quedó enredado en el jardín de la Internet, y hoy se descargó solito pidiendo disculpas a Los Bloguitos.
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por Graciela Lecube-Chavez
© 2013
Alguien golpea a la puerta:
“Knock-Knock”
– ¿Quién es?
“Soy yo. ¿No me ves?”
– Hay una pared de por medio.
“Tú no tienes remedio”.
– Mi mal son los poemas.
“¿Te quedaste sin temas”?
– No me pongas a prueba...
“Te traigo una rosa”.
– ¡Eres muy dadivosa!
“Mereces eso y mucho más”.
– ¿Lo que te pida me darás?
“Sin perder ni un momento”.
– ¡Qué hermoso pensamiento!
“Si te gustan los claveles...”
–Sí, sí, son como cascabeles.
“ ¿También jacintos y lilas?”
– Tal como lo adivinas.
“Entonces, déjame entrar”.
– ¿Me voy a asombrar?
“Lo dudo. Tú sabes quién soy”.
– Quizá. Para allá voy...
“Soy Primavera, la quinceañera
de corazón, que llega adelantada
a perfumar uno a uno tus días”.
La puerta se abre y “aparece” la Voz:
– Me detuve a adelantar el reloj.
“Tú como siempre, meticulosa”.
– Y tú, eternamente esplendorosa.
Primavera y Voz se abrazan
como dos buenas amigas.
¡El Sol irrumpe con su luz dorada
seguido de Aroma, alborotada!
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