UNA EXAGERACIÓN



por Graciela Lecube-Chavez
©  2013

De rodillas en la tapa de un safacón
hecho de aluminio, me deslicé
por la nieve endurecida de una calle
en declive con la osadía de un niño.
Detrás de mi vino la policía
en un carro con estridente bocina
motivando a otros chicos
a seguirnos como podían.
Dos perros ladraron despavoridos
y en un abrir y cerrar de ojos
nos perseguíamos entre nosotros
más que nada, muy confundidos.
Salieron los vecinos asustados
y curiosos reclamando el silencio
que por nuestro comportamiento
exagerado habían perdido.
Todo terminó sin consecuencias...
se fueron los vecinos, la policía,
los chicos... y yo me quedé mirando
la tapa sin recordar de dónde venía.

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