Graciela Lecube-Chavez
© 2012
Si digo que pinto, pinto,
no tengo por qué mentir;
soy valiente, soy sincero
como todo un caballero.
Uso una flor en la solapa,
y colonia en el pañuelo;
llevo a los labios la mano
de las damas y la beso.
Bailo tangos y valsesitos
peruanos y si me invitan
con un tequila, declino
y reanudo mi camino.
Lo único que me falta
es un monóculo para
aparentar lo que no soy:
un personaje de ficción.
De regreso a la realidad
juego con niños de mi edad
y como también me divierto,
digo: “¡Viva la dualidad!”
Comentarios