Graciela Lecube-Chavez
© 2011
Nunca prometas lo que
no sabes si vas a cumplir.
No inventes problemas
que no te dejarán dormir.
Guarda silencio, escucha
y aprende la forma de vivir.
Libérate de las cadenas
que tú mismo te creas.
Sé un niño estudioso, libre
de ir y venir. Aprovecha
las horas y ponte a imaginar
tu brillante porvenir.
Para que nadie te acuse
de no ser cumplidor, piensa
bien antes de prometer, que
en la balanza está tu honor.
Tu palabra das cuando prometes
y la gente espera cobrarte por eso,
porque tú te mereces con creces
ser respetado y admirado siempre,
no solamente a veces.
Tu palabra está ligada a tu honor,
ambos te representan como eres;
defiéndolos con todo lo mejor
de tus respetables poderes.
Comentarios
gracias por sus consejos.
Julita