LA Ñ NO DEBE FALTAR



Graciela Lecube-Chavez

©   2011


Sin dar previa señal
la ñ perdió su lugar
entre risas extrañas
que parecían arañar.

Ya no figura por sí sola
en el diccionario general
y sin el Señor querido
no puede volver a soñar.

Si la ñ se extinguiera,
¿qué les va a pasar
a las palabras que
al lomo llevan?

Sin peldaños no hay
escaleras ni montañas
que escalar, el tío Tom
perdió su cabaña y yo
mi alberca para bañar.

Los maestros no podrán
enseñar, las niñas dejarán
de lucir sus moños
y las cañas su miel dar.

No dejemos perder la ñ
por la dicha de los niños
que merecen apreciar
la blancura del armiño.

Y si papá pierde el ceño
no me podrá enseñar
que desde pequeño
hay que poner empeño.


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