HABLA RAULITO

 
Graciela Lecube-Chavez
 
 ©   2011
 
 
- Lo esperaba, porque así tenía
que pasar. Mi hora llegó como
a todo chico de mi edad ¡con dos
pelitos en el labio superior!
Lo tomé tranquilo pero también
con emoción, porque esos dos
pelitos eran un signo seguro
de mi entrada a la pubertad.
Mi familia ya lo sabe y felices
por mí todos están, pero hoy
en la escuela lo voy a revelar,
lo que por dentro me tiene más
alborotado que gallo de corral.
Mis compañeros aplaudieron
y la maestra sonrió comprensiva.
A la hora del receso otros chicos
me rodearon queriendo saber
que se sentía graduarse de varón.
Bueno... “Nunca imaginé que dos
pelitos, aún sin ser bigotitos,
causaran tremenda conmoción”.
 
 
 
 

Comentarios

Anónimo dijo…
Simpatiquísimo, encantador, llega al alma.

Deliaamse