Hay algunos que dicen que sus raíces son negras, es decir inmigratorias. A mediados del 1800 en Argentina, los conventillos, o casas pobres se llenaban de gente del interior, de inmigrantes italianos, españoles y de otros países que vivían en estos lugares llamados “conventillos”.
El tango posee sus códigos, lenguaje particular. En las comedias, zarzuelas se encontraban bailarines y cantantes de tango. Las academias de baile se llamaban “piringundines”.
Los “guapos”, “compadritos” y “malevos” estaban en esos bares de la periferia de la ciudad, bien alejados del centro de la ciudad. Los guapos eran los bien parecidos, los compadritos eran los engreídos, y los malevos aquellos de malos antecedentes.
Se considera que aquel tango de 1800 era una mezcla entre milonga, candombe, algo de melódico, tango andaluz, cuplé, y las payadas puebleras y milongas criollas.
Y así pasó el tiempo y el ritmo del 2 x 4 lo podes bailar y ver en Buenos Aires en muchos y excelentes lugares, shows donde disfrutarás de los bailarines y de los cantores con las más bellas voces. Y observarás cortes y quebradas en los movimientos de las parejas deslizándose al son de los compases del tango. Si hasta los niños lo bailan. Y como lo bailan. Da gusto el verlos.
Y cuando hablamos de tango en Argentina no olvidamos al más importante cantante de todos los tiempos que actuó en Estados Unidos protagonizando varias películas y en Latinoamérica también. El era Carlos Gardel, muchos se quieren adjudicar su nacimientos, Argentina, Uruguay, pero se cuenta que nació en Francia el 11 de diciembre de 1890, en Toulouse. Y que luego vino a la Argentina.
Acá se relaciona con el mundo del tango y comienza a cantar y a deleitar con su El día que me quieras, bella canción si las hay.
Lo sorprendió la muerte en Medellín, Colombia el 24 de junio de 1935, así se fue el mejor cantante de tango.
Una pareja en la pista de baile comienza a moverse, suaves movimientos al oír la música. La pareja se mira a los ojos y se mueve. Un placer mirar este espectáculo.
Y ahora un poema alusivo para terminar el artículo:
Y que siga sonando el bandoneón
Una parejita de niños
por el salón van bailando.
Al son del 2 por 4
bien arrabalero que se deja oír.
Y la parejita con giros
bien marcados
fuertes aplausos quiere conseguir.
Debes tu lucirte
si el tango bailas.
Y acariciar el piso con tus pies.
Y usar zapatos de tacón
hechos de lamé.
Y pollerita con tajo.
Y un pañuelo en el cuello, ella.
El con traje oscuro,
y un fino sombrero cubriendo
su cabeza.
Y zapatos que brillan
de charol en sus pies.
Una buena postura
y a la pista a bailar.
Una buena mirada
entre bailarines.
Y a esperar los aplausos.
Leticia Teresa Pontoni.
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