Graciela Lecube-Chavez
© 2010
-Raulito, ¿es verdad que enviaste
cuatro cartas dirigidas al CIELO?
-¡Ay, primita, si quieres enterarte,
una es para Santa y las otras tres
para cada uno de los Reyes Magos!
-Enterada estoy, pero más confusa
me siento porque menos entiendo.
-Santa es uno solo para dar regalos,
y si la economía sigue como está,
muchos sueños quedarán postergados.
-Yo, en mi carta le pedí, que me traiga
lo que pueda y si no puede no importa,
de verdad, que me sobra con una torta.
-Te conformas muy pronto aún sabiendo
el refrán que dice “pedir no cuesta nada”.
-Es que me cuesta pedir. ¿Y las de los Reyes?
-Como son Magos pueden hacer regalos
pero sus camellos no lo son, y si se comen
una carta, lo mismo leerán en las otras dos.
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