
Una mínima flor,
sencilla, pequeña
me alegró el día.
La planta parecía
muerta.
La sequía acechaba la tierra.
Nació callada, bella y rosada
apoyada sobre una vieja pared.
Su planta parecía morir.
Pero no…sus raíces fuertes
reverdecieron.
A pesar de la sequía
que era mucha y triste.
Y la lluvia llegó,
y toco sus ramitas casi secas.
Y ayer la vi…
¡Qué contenta me puso!
Hermosa, más flores
ya nacieron.
Leticia Teresa Pontoni
© 2010
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