AMIGOS


Graciela Lecube-Chavez

© 2010



Mi amigo Beto y yo peleamos
por algo que ninguno recuerda
y nos dejamos de hablar.
Ya no salimos en bicicleta
ni tampoco a patinar.
Él por un lado, yo por el mío,
a los dos nos da igual;
él también sufre, lo sé,
y ni siquiera por éso
podemos hacer la paz.
¿Si fuimos amigos, por qué
no nos podemos perdonar?
“Cosas de muchachos”,
dicen nuestros papás,
“ya se volverán a juntar”.
Pero pasan las semanas
y ninguno quiere aflojar.
Hasta que un día cualquiera
volvimos a platicar
como si nada fuera
y sin explicaciones
todo quedó atrás.
¿Quién fue el primero
en regresar? ¿él? ¿yo?
Fuimos los dos,
porque entre amigos,
amigos de verdad,
no hay culpables sino
exceso de vanidad.

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