ENJABONADA EN PERFUME


Graciela Lecube-Chavez

© 2010



"Agua y jabón la mejor solución",
repite hasta el cansancio mi abuelita
noche y día sin ninguna excepción.

Yo, como su nieta querida soy,
me lavo las manos más de la cuenta
para complacer su recomendación.

Ella me regaló una cajita preciosa
con jabones perfumados a lavanda,
rosas, jazmines y vainilla deliciosa.

Cuando el agua desgasta sus siluetas,
cientos de juguetonas burbujas
bajan y suben en alocadas piruetas

invitándome con ellas a jugar.
El baño se llena de risas -las mías-
y perfumes -los de ellas- sin par.

Abuela entra, nos mira, se une al coro
y abrazándome  gozosa me dice:
"Así siempre te quiero ver, mi tesoro".

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