¡CUIDADO, EL NIÑO!

Graciela Lecube-Chavez

© 2010


Cuando abuela me ve dando vueltas
por donde los mayores conversan,
el amor que me tiene le hace decir
"¡Cuidado, el niño! Atiendan ..."

Dicen los aprendidos que desde
que amanecen en las entrañas
de la mamá, los niños oyen lo que
las musarañas tramando están.

Si eso fuera verdad, ¿por qué tengo
que ir a la escuela a estudiar?
Yo no recuerdo haber oído nada
y es por eso que me gusta escuchar

para aprender todo eso que abuela
teme me venga yo de niño a enterar.
Queden tranquilos, que si oigo algo
da igual, lo que busco es dónde jugar.

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