¿Y AHORA QUÉ HAGO?

Graciela Lecube-Chavez

© 2009


Cuando era más chiquito
que chiquito -así como
un huevito- me sentí raro
en un lago bien tranquilito.

Sin saber lo que sentía
supe que era lugar seguro
alfombrado de caricias
que a mi solito pertenecía.

Sin poderme mucho mover,
dormí y nadé dando pataditas
creciendo como rey exigente
atento a lo que podía suceder.

Algo me decía "déjate llevar"
y obedecí, pero al ver una luz
que brillaba al final del túnel
donde flotaba, ¡empecé a llorar!

Comentarios

Anónimo dijo…
Sencillito y bonito.
Es usted mamá?

Maribel
Anónimo dijo…
Hola Maribel, soy mamé de un varón
y abuela de dos nietas que él creó.

Gracias por preguntar, graciela
Anónimo dijo…
Lindo, lindo.

Azael Alberto