En el umbral de una vieja casa
una niña sueña.
Sentada, solita, piensa
y fantasea.
Juega, conversa con los
personajes que ella
misma inventa.
En el umbral de una vieja casa,
una niña sueña.
Escucha, discute,
canta, se divierte.
Es solo una niña con sus
siete años.
En el umbral de una vieja
casa, una niña sueña.
La niña creció y es toda
una mujer.
Y esos viejos sueños
se desvanecieron.
¿Adónde quedaron esos
tiernos sueños?
En el umbral de una vieja
casa, una niña sueña.
Todas las tardes,
sentada tejía dulces
fantasías.
En el umbral de una vieja
casa, una niña sueña.
¿Cuáles de esos sueños
se le habrán cumplido?
Quizás si buscamos
todavía están en
aquel umbral.
En el umbral de una vieja
casa, una niña sueña.
Leticia Teresa Pontoni
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