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La guerra está siempre presente entre las especies, grandes y chicas. La existencia es alimentada por la relación entre predador y presa; a veces, un animal por más pequeño que sea ayuda al más grande a sobrevivir. Siempre existe la cooperación entre los más pequeños y los minúsculos organismos; también entre los de mayor tamaño.
Ejemplos hay por doquier: pájaros que viajan sobre el lomo del rinoceronte; pájaros que suelen estar entre los dientes del cocodrilo, pájaros que suelen pasearse sobre vacas o caballos.
Al vivir en el mismo ambiente se relacionan entre sí todo el tiempo. Las especies de distintos ecosistemas no viven aisladas. Como siempre existe una interacción entre organismos de un mismo lugar, hallamos:
1. DEPREDACIÓN.
2. COMPETENCIA.
3. PARASITISMO.
4. COMENSALISMO.
En el primero, los organismos capturan y matan a otros para subsistir. En esta relación que se produce entre el que captura y el que mata, uno se denomina DEPREDADOR y el otro PRESA. Así llegamos al equilibrio totalmente necesario para vivir, y si algo falla, alguna población puede quedar sin poder alimentarse.
En el segundo, se produce entre comunidades que tienen las mismas necesidades básicas. La competencia se realiza entre animales y vegetales. En un campo existe la competencia por la luz entre los vegetales, así los más fuertes estarán cerca de la luz y crecerán más rápido. También los machos compiten por las hembras.
En el tercero, una especie vive de la otra: el piojo es un parásito que se hospeda en hombres, mujeres y niños de todas las razas y edades. Los ECTOPARÁSITOS se alojan fuera del que hospeda y obtienen su alimento a través de los tejidos de la piel, como la garrapata. Los ENDOPARÁSITOS viven dentro del cuerpo del hospedador, como la tenia, que se produce en el intestino del perro.
En la cuarta y última, ninguno de los participantes se perjudica, dos especies se asocian y una aprovecha los restos de comida de la otra. Por ejemplo: el pez rémora se adhiere a la piel del tiburón, va sobre él y aprovecha todos sus desechos.
Las aves también suelen disputar sus nidos, o dos o más especies animales por una presa. Recordemos que los pájaros, al posarse en rinocerontes, vacas y caballos, los ayudan picoteando piojos, pulgas o garrapatas.
Existe un cangrejo llamado “ermitaño” que, para protegerse, vive dentro de un caracol vacío; una anémona se adhiere a la conchilla de este caracol y se come todos los restos que va dejando el cangrejo.
Los líquenes, formados por un hongo y un alga, viven juntos y se benefician entre ellos. Todas estas “relaciones” son muy complejas, pero existen y deben existir, ya que el uno no podría subsistir sin el otro.
Leticia Teresa Pontoni
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