Ese cuerpo tan pequeño,
obra perfecta es de Dios,
él es único, es muy tierno,
y un templo para cuidar.
Protege bien tu cuerpecito,
es tu responsabilidad,
cuídalo con mucha ternura
por tu salud y bienestar.
Tus ojitos bien cuidados,
la creación observarán,
los colores del arcoiris,
y lo que puedas tocar.
Procura con tenacidad,
ser normal y vivir bien,
olvida todos tus temores,
y te pido…nunca mientas.
María A. Pérez Santiago
Autora Invitada
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