Para unos grandes lectores


Cuando era niño, el lugar favorito de mi casa era una esquina donde estaba una mecedora. Me mecía de adelante hacia atrás mientras leía un libro. Enseguida la mecedora se convertía en una alfombra mágica y volaba por el cielo. Conocía nuevos amigos. Vivía nuevas aventuras. En muchas ocasiones, hasta llegaba a tocar las estrellas. Los libros que leía, me podían llevar a cualquier parte del universo.

¡Los libros me inspiraban tanto! Yo también quería escribir sobre ese mundo maravilloso que visitaba. Así que comencé a escribir mis cuentos, poemas y aventuras en un diario. Cada vez que releía y volvía a escribir un cuento, este se llenaba de nuevas grandes aventuras. Hoy en día escribo libros para niños y es un honor compartirlos con muchos niños alrededor del mundo.

Los invito a viajar conmigo. Tomen un libro y descubrirán maravillas. Los libros están llenos de aventuras, amigos, y lugares hermosos. Lean y toquen las estrellas. Tomen un lápiz y un papel y escriban sobre su maravilloso mundo. De seguro tienen mucho qué contar.



René Colato Laínez


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