El regalo de la palma



Una hoja cayó del cielo
tenía forma de trineo.
¿Y algo así qué caso tiene
si yo aquí no tengo nieve?

“Yo te regalo el tigüero
para que goces tu suelo.
Va un pedazo de mi alma,”
con amor dijo la palma.

Me deslicé por las cuestas
de yerba verde cubiertas.
Montado en ese tigüero
era mío el mundo entero.



~Si estás en Puerto Rico durante el mes de febrero, visita el pueblo costero de Lajas y disfruta de su Festival de Chiringas y Tigüeros.~



Isabel Arraiza Arana
Texas, EEUU, 2008
©Derechos Reservados

Comentarios

Muy bonito el poema. Este festival de chiringas debe ser maravilloso. ¿Es chiringa el papalote como en Nicaragua?
Gracias, René. Sí, llamamos chiringas a lo que ustedes llaman papalotes. Para estos festivales se construyen chiringas de todas formas y colores. Los niños se divierten mucho.