DEDITO


Graciela Lecube Chavez

©  2018



Acaba de nacer y tendido en su cunita
de hospital parece una florecita natural.
Ojitos apretados, boquita cerrada,
a gotas le va cayendo la babita.

El papá a solas lo mira embelezado
por el vidrio en el área donde los bebés
están siendo atendidos y siente que
una lágrima le corre hasta los labios.

La lame, la guarda, sonríe y ansía
tenerlo para él solito en sus brazos,
sentir la ternura de su cuerpecito
y decirle “soy tu papá” día tras día.

Y si él se siente así con su niñito,
¿qué hará cuando ya crecidito
el mismo tesorito se aferre a él
con uno solo de sus deditos?



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