Zoraida
Rivera Morales
©
Fuiste mi
puerta al mundo.
¡Qué bueno
conocerte!
No habías
visto mis diminutas manos,
ni mi cara
ni mis ojos adormilados,
y ya
pensabas en mí.
Antes de
verme te alimentabas por mí,
y dejabas
de hacer cosas
para protegerme
a mí.
Ya te estabas
preparando
para ser Mami,
amándome.
Comentarios