Un viaje a Colorlandia


María Magdalena Gabetta

©  2017


Cruzando los Bosques del Horizonte, al oeste de Cristalandia y al sur de Musimundo, se encuentra la ciudad de Colorlandia rodeada por lagos de prístinos colores dónde viven los peces de la sabiduría en el amor.

Estos lagos se reflejan en el cielo cuando el sol emerge entre las nubes después de un aguacero. La gente del otro lado del mundo, llaman a este reflejo arco iris y grandes y niños disfrutan delespectáculo, mientras los colorinos disfrutan a su vez de ver cumplida una de sus misiones.

Colorlandia es una ciudad nueva, no tiene más que la edad del sol ysus habitantes, seres amorosos y de delicada belleza, son especialistas en colores, ellos están encargados por la diosa Natura de mantener la armonía cromática del universo. Ése es su único trabajo y lo cumplen con alegría.Lo más insólito de esta ciudad, además de sus edificios tan altos que tocan el cielo y los jardines multicolores que penden de sus azoteas;es que la gente también es de color y están agrupados en clanes. Así existe el Clan Verde, el Clan Amarillo, etc. Los clanes conviven entre sí con natural armonía y están gobernados por un pareja de Reyes elegidos democráticamente cada mil años.

Las personas que viven en esta ciudad, son libres y cantarinas como el dorado viento que mece sus jardines colgantes. 


En unos de mis viajes a Colorlandia, a visitar a mis amigos del ClanCarmesí, organizaron una fiesta campestre en las riveras del LagoVerde tras el Palacio de los Príncipes Verdes. Ésta es una pareja muy agradable que nos proveyó de paraguas para que pudiéramos ver desde el aire el ballet de los delfines enamorados.Fue una experiencia preciosa y al anochecer regresamos todos cansados pero felices.

En Colorlandia, el vehículo por excelencia es el paraguas, pero únicamente pueden utilizarse allí, ya que, cuando viajan a otras ciudades no pueden recargarse con “buenas vibras-aéreo”, que es el combustible que utilizan. Para salir de la ciudad lo mejor es viajar en arco iris.

También visité el Teatro "Prisma" dónde vi una obra emocionante; trataba de las desventuras de una princesa incolora dormida. Ella estaba embrujada por una madrastra envidiosa de su belleza quien le había robado todo su color; por suerte el Príncipe Azul, la había despertado con un beso y la joven recuperó su hermoso color rosa. A pesar de ser de diferentes colores, se casaron, vivieron felices miles de años y sus hijos eran de cuadritos azules y rosas.

Después de un par de días en esta apacible ciudad, me despedí de todos mis amigos y aprovechando una tarde lluviosa sobre el resto del mundo, subí al arco iris y regresé a mi tierra.


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