DE VACACIONES


Graciela Lecube Chavez

©  2017



De tanto esperar  
por las vacaciones
la ansiedad me llega
hasta los calzones.

Apenas la familia pisó
el rancho de Arizona
donde pasaríamos un mes,
dejamos de ser personas.

Yo fui un mono saltarín
con más de un hueso roto
y a emergencia llegué
sangrando en una moto.

De vuelta al vecindario,
la gente quería saber
si me aburrí y yo mentía
al decir que quería volver.


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