Isabel Arraiza Arana
© 2016
Ya
llegó la prima Vera
con
sus rizos despeinados
y
su vestido arrugado
por
la brisa mañanera.
Trae
consigo lluvia fresca,
semillas,
plantas y flores
y
los pájaros cantores
que
comienzan una fiesta.
Ha
parado de bailar.
¿Ya
se tiene que marchar?
Vera,
no. ¡Verano!
Prima
Vera se marchó.
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