Graciela Lecube Chavez
© 2016
Para escribir este poema visité
una escuela primaria internacional
y a los estudiantes pregunté
si tenían una comida especial
que todos consideraban la preferida.
Los chicos al oirme con picardía se miraron
y “Pizza”a coro contestaron ...
Cuando segundos después oyeron decir “Pizza”
al más rezagado,
¡todos en carcajadas explotaron!
En el siglo XVII se comía una fina capa
de pan con queso combinado
y cuando de Sud América
al Mediterráneo el tomate llevaron,
de condimento lo usaron.
La pizza el hambre de los pobres calmó primero,
después el hambre de los soldados
y terminó repartida por los que dejaban el terruño
entre los habitantes del Nuevo Mundo
que ajo, pimienta y albahaca le agregaron.
La pizza de hoy es la preferida entre los comilones del orbe
que la adaptan a su paladar con piña
o pepperoni, hongos, cilantro o hierbabuena,
dulce o salada, con queso blanco, costra fina y crujiente,
tostada al sol –como sea--pero bien caliente.
Comentarios