Graciela Lecube Chavez
© 2015
Después de mucho esperar,
ayer llegó muy tempranito
César Ezequiel, mi hermanito.
Le dieron nombre de gigante,
nació largo y flaquito pero
llegará a ser muy importante.
Llora poco y duerme mucho,
y a todos los trae babeando
de alegría, cuando rodean
su cuna en completa armonía.
Mis abuelitos dicen que igual
fue con mi llegada al mundo,
y admirándolo quedan de pie.
Aunque sin parecernos en nada
tenemos los mismos papitos,
y lo voy a querer así de mucho
por ser mi primer hermanito.
Prometo cuidarlo más de día
que de noche, esperando que
él ni nadie me lo reproche.
Como desde ayer familiares
y amigos dicen que he crecido,
lo acepto por sentirlo merecido.
Ser hermana mayor de un bebé
hombrecito es cosa bien seria,
porque apenas he cumplido
los primeros cuatro añitos.
Comentarios