por Graciela Lecube-Chavez
© 2014
.. es el mismo bullying en cualquier
parte del mundo.
El bullying no es nada nuevo,
existió siempre
pero ahora pulula desde que el respeto
se fue a otro lado.
El respeto es la base
para compartir en armonía.
Cuando las diferencias que molestan a ciertas personas
se usan para rebajar la calidad humana
y convertir al que está en esa posición
en esclavo y víctima del despotismo,
el bullying sale ganando.
El bullying comienza en la familia,
sigue en la escuela hasta estacionarse
en el trabajo y las actividades sociales
hasta explotar en las calles.
Nadie tiene que ser criticado, rechazado, ofendido, forzado
o maltratado por ser quien es.
No dejes que nadie se ría de tu acento al hablar...
la religión que practicas...
el modo que vistes... el que uses espejuelos...
si eres obeso o anoréxico...
si te gustan las niñas más que los niños
o lo mismo pero al revés.
¡Cada uno es como es
y sólo Dios –lo llames como lo llames–
lo sabe sin tener que dar explicacones!
No dejes que el bullying se agrande.
Usa la Compasión, Paciencia, Fortaleza y la Razón
que te acompañan
y demuestra pacíficamente
que perdonas todos los agravios.
Hasta el bully más desalmado
terminará por entender
que tanto su víctima como él
tienen su lugar asignado
y que ambos deben ser respetados.
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