por Graciela Lecube-Chavez
© 2014
Mis primos Regina y Gabriel
a la fiesta de mi cumpleaños llegaron
trayéndome tulipanes en vez de pastel.
Tulipanes rojos con bordes rosados
y tulipanes amarillos, sin perfume
pero altos, orondos y perfilados.
Muchos presentes me obsequiaron,
pero ninguno más apreciado
que los tulipanes que me regalaron.
El regalo que deja un mensaje
es un regalo para toda la vida
y los tulipanes dejaron un oleaje.
Los tulipanes al cumplir los nueve
son las primeras flores que recibo,
algo que aprecio y me conmueve.
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