por Graciela Lecube-Chavez
© 2014
Para cruzar un río profundo y turbulento
hay solo unas cuerdas grises y una roldana
oxidada. ¿Alguien usa ese peligroso medio
de transportación? Un grupo de niños,
todas las mañanas. ¿Adónde van?
A la escuela. ¿Se divierten al hacerlo?
Nadie se divierte cuando está nervioso
y para no ver el vacío cierra los ojos.
“Yo soy del grupo y sí, tengo miedo de caer,
pero más me gusta la escuela. Quiero ser
veterinaria porque quiero a los animales”.
La niña que así habló tiene solo 10 años.
Una sonrisa ilumina sus ojos esperanzados.
“Yo quiero ir a la escuela”, es el estribillo
de esa su canción que siempre canta
con auténtico fervor y determinación.
“Yo quiero ir a la escuela”, es el himno
de esta niña colombiana que desafía
a la muerte, en la corriente agazapada.
“Yo quiero ir a la escuela”, dice ella,
y los bloguitos la animan a que lo haga.
“Yo quiero ir a la escuela”, todos cantan.
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