¡Cómo el Grinch robó la Navidad!



Reseña por Ariadna Sánchez

¡Ya queda muy poco para la Navidad! El espíritu reboza de júbilo al paso de los días. Los hogares se llenan de luces de colores, adornos y deliciosa comida. Desde el pequeño hasta el más grande están ansiosos por celebrar. La Navidad es una época para compartir con familiares, amigos y miembros de la comunidad. Es la ocasión donde brilla la luz de la esperanza. Los corazones se unen para celebrar la hermandad.

El libro de hoy se titula ¡Cómo el Grinch robó la Navidad! Por Dr. Seuss. Esta historia nos muestra la apatía de este singular personaje ante la festividad de Navidad. El Grinch es una criatura amargada y enfadada. No tolera ver la felicidad de los demás y se propone a toda costa hurtar la Navidad en el valle de Villa-Quién. El Grinch no resiste el ruido, las fiestas y la alegría. Su triste corazón esta cegado de desdicha. A su cabeza viene un plan malvado: Robar la Navidad y sumergir a los habitantes de valle de Villa-Quién en el sufrimiento.

El Grinch empieza por disfrazase como Santa Claus. Su perro Max se convierte en reno. Se trepa a un trineo destartalado con bolsas grandes para echar las cosas y ata a Max para empezar su odisea. Llega al pueblo de los Quiénes mientras la fría nieve cae sobre el poblado. Se mete a cada hogar por la chimenea con las bolsas vacías y empieza a saquear todo lo que a su paso encuentra despojando a las familias.  Solo deja unas migajas de pan para los ratones. Una vez con las bolsas llenas, lo lleva a lo más alto del monte. Ahí espera ansiosamente escuchar los lamentos y los lloridos de los niños al descubrir que la Navidad no llegó.

Pero para su mala suerte, su plan no funcionó. El Grinch no sale de su asombro, al escuchar el festejo, los cantos y la alegría de  los habitantes de valle de Villa-Quién¡Ellos siguen como si nada hubiera pasado!.

El corazón del Grinch en ese instante cambia y crece tres veces más de lo normal. Su actitud se renueva y su espíritu abatido y oprimido se transforma por uno lleno de entusiasmo y gozo.  Se apresura a bajar del monte en su trineo lleno de juguetes que había robado la noche anterior.

El Grinch reparte la comida, los juguetes y celebra felizmente  con todos la Navidad.

La Navidad va más allá de los regalos o unas simples vacaciones. Es sin duda, un tiempo de reflexión, solidaridad y fraternidad. La convivencia con los demás no tiene precio ni reemplazo por nada material. El amor y el calorcito humano opaca hasta al regalo mas caro que exista en este mundo. Juntos como comunidad sembremos valores morales, espirituales y cívicos en nuestros niños para que sean unos Líderes En Acción.

Que esta Navidad el invitado principal sea el amor, la amistad y la bondad. Recuerda que la lectura te da alas. Nos leemos la próxima semana.

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