Graciela Lecube-Chavez
© 2013
Revisando estaba los archivos
en los que por año guardo
todos los poemas que escribo.
Releo los que Helenita Oviedo
inspiró...(una niña tan precoz
que parece pensar por dos).
Lo que sigue en el cumple
de su abuelita Ana transcurrió:
– ¿En qué año naciste, Nana?
– En 1925.
– Es decir que hoy tienes...
– ¡ochenta y ocho!
– Sin saber cuándo naciste, tampoco
sabrías los años que tienes, ¿cierto?
– ¡Así es!
– Entonces, ¿cuántos quisieras tener?
– ¡Veinticinco!
– ¿Por qué veinticinco?
– En ese año me enamoré
de tu abuelo Jacinto,
tenía la carrera que estudié,
abrí dos cuentas bancarias:
de cheques y de ahorros,
manejaba, opinaba, votaba.
Era feliz, iba y venía, sola
o con amigos, responsable. . .
– ¿Y ahora, abuelita?
– Ahora no es lo mismo.
Primero tú y tus papás . . .
Ellos manejan mi dinero,
voy adonde me llevan,
controlan mi dieta, mi sueño,
lo que escucho, veo y leo,
ahora, yo soy la nena chiquita...
– ¿Y eso te gusta, abuela?
– ¡Ni un poco! Ya lo sabes,
Helenita, disfruta de los 25
y ¡ni pienses en los años 8!
Comentarios