por Graciela Lecube-Chavez
© 2013
Ilustración de Roberto Figueredo
En el huerto de doña Patricia
se armó una fiesta descomunal...
era el primer desfile de las delicias
a beneficio del “Comedor Comunal”.
Allí se hallaba reunida la flor
y nata de las grandes bellezas
que la tierra cuidada con amor
regalaba de mesa en mesa.
En la alfombra verde recién regada
se lucieron la remolacha rojo oscuro,
el rabanito punzó de piel planchada,
el melocotón dorado y el higo maduro.
Doña Patricia fue la primera invitada,
pero no asistió porque salía de vacaciones
y como era una dama bien educada
partió dejando un manojo de bendiciones.
El Maestro de Ceremonias fue un ají
muy divertido que a todos hizo reír,
menos al aceitoso y presumido ajonjolí
que por arrogante amenazaron con freír.
El extravagante y elegante reventón
resultó un éxito sin precedentes
por ser escenario de mucha emoción,
sin que se mencionara a los ausentes.
Comentarios
se me abre el apetito
y aunque no me gustan tanto
las legumbress, extraño la lechuguita, más me gustan los carbohidratos, pues me gusta
mi arrocito. Mi médico me llama tonto pues me quiere adelgazar.
Y yo añoro comprar unas papitas
y hamburguesa, todo bien frito.
Me encanta tu imaginación.
gonzalo