Sí, es Celia Cruz chico.
En su hablar siempre
está el “azúcar, azúcar”.
Y lleva la salsa en su sangre.
Y su amor por lo que hace.
Y el entusiasmo, y la calidez.
¡Ah, qué linda mujer!
Fresca, simpática, alegre.
Eso te viene de adentro.
Y al talento lo traes desde
la cuna mijita.
Allá viene Celia Cruz, chico.
La negra sandunguera
baila al son de una salsa.
Y no deja de mover sus caderas.
Azúcar, azúcar sólo se oye.
La alegría cubana toda
en una mujer.
¡Cómo no recordarla!
¡Cómo no escucharla!
Si cantaba con el corazón.
Sí, chico allá viene Celia.
¿Cómo que Celia?
Celia Cruz.
Vamos Celia,
alégrame el corazón
por favor chica.
Leticia Teresa Pontoni
Comentarios