ANÉCDOTA NAVIDEÑA



Graciela Lecube-Chavez

©  2012


En la calle donde viven
los hermanitos Peralta
se juntó en poco tiempo
un grupo de curiosos,
dos ambulancias,
la policía, los bomberos
y hasta un destacamento
de la guardia civil, varios
niños muertos de risa
y dos perros pesquiza.
Todo comenzó – dicen -
cuando Santa Claus
se atascó en la chimenea
de los hermanitos Peralta.
– Se atrancó por gordo –
gritó el “bullie” del vecindario–
Corran a salvar a su papá,
muchachos, pero ojo con
el agujero de su pantalón.
Así como empezó, el problema
acabó cuando la Sra. Peralta
de la mano a sus hijos cogió:
–Chicos, entren, papito ya llegó.


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