EL CONEJO ATREVIDO



Graciela Lecube-Chavez
 
©   2012

 
Un conejo atrevido
a un jardín privado entró
y a las margaritas que sí...
que no... que no... que sí,
los pétalos les deshojó.
 
Un gavilán policía volando
alto lo pescó con “las manos
en la masa” y en picada
se lanzó contra él, pensando:
“A este bullie lo curo yo.”
 
Y así lo hizo. Lo agarró
por el cuello y por el aire
lo balanceó, pero el conejo
se reía divertido sin imaginar
el lío en que estaba metido.
 
Pero cuando el gavilán
en un avispero lo arrojó,
dejó de reír rascándose
donde lo habían picado.
“¿Cómo salgo yo de aquí?”
 
La respuesta vino antes
de lo esperado; bajó las
orejas, avergonzado,
y de rodillas pidió perdón
al gavilán galardonado...
 
que le obligó a repetir:
“Soy un bullie de mentirita
que abusó de las margaritas”.
Ellas lo perdonaron, cosa que
al Conejo no se le ha olvidado.
 

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