MI CONCIENCIA Y YO



 Graciela Lecube-Chavez
 
©  2012


  
“A Pinocho, el muñeco de madera,
la nariz le crecía con cada mentira
que decía y mis orejas se encogen
con cada cuento que escucho
pero por temor de que los repita,
mi boca de a poco se va cerrando,
me digo y sigo pensando
en quién inventa estas locuras”.
 
Su conciencia le responde:
 
“No le eches la culpa a terceros
de tus propias travesuras.
Tú fuiste quien las creaste
porque le  temes a todo,
menos a lo que inventaste.
Se práctico, no mientas,
no escuches secretos ajenos
y tu boca seguirá abierta
para que hables, comas,
beses, rías y te diviertas”.


Comentarios